«Como Jesucristo, obligados a huir» lema de la 106ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado

27 julio 2024

"Si un hermano tuyo se empobrece y no se puede mantener, lo sustentarás como al emigrante o al huésped, para que pueda vivir contigo "
Levítico 25, 35

Con el lema “Como Jesucristo, obligados a huir” elegido por el Papa Francisco, nos encaminamos hacia la 106ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR), que se celebrará el domingo 27 de septiembre de 2020, y tomará como punto de partida la experiencia de Jesucristo desplazado y refugiado junto con sus padres.

La Sección Migrantes y Refugiados desea proponer un itinerario de preparación que comienza con el Mensaje del Santo Padre, que pone especial énfasis en la realidad de los desplazados internos. “Jesús está presente en cada uno de ellos, obligado, como en tiempos de Herodes, a huir para salvarse”. Y esto es aun más cierto en este período de crisis mundial causada por la pandemia del COVID-19.

El Mensaje se basa en seis parejas de verbos: conocer para comprender, hacerse prójimos para servir, escuchar para reconciliarse, compartir para crecer, involucrar para promover y colaborar para construir.

Esta misma preocupación por los desplazados internos se expresa también en las Orientaciones Pastorales sobre Desplazados Internos, aprobadas por el Papa Francisco y publicadas por la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

Los y las invitamos a ver el primer vídeo, en el que el Santo Padre profundiza en la primera pareja de verbos “conocer para comprender”, proponiéndonos el testimonio de vida de un desplazado.

El Papa Francisco en su mensaje para la 106 Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado 2020 señaló  por qué es necesario conocer para comprender:

«El conocimiento es un paso necesario hacia la comprensión del otro. Lo enseña Jesús mismo en el episodio de los discípulos de Emaús: «Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo» (Lc 24,15-16). Cuando hablamos de migrantes y desplazados, nos limitamos con demasiada frecuencia a números. ¡Pero no son números, sino personas! Si las encontramos, podremos conocerlas. Y si conocemos sus historias, lograremos comprender. Podremos comprender, por ejemplo, que la precariedad que hemos experimentado con sufrimiento, a causa de la pandemia, es un elemento constante en la vida de los desplazados»

«Para una organización como el Servicio Jesuita a Refugiados, es clave que el Santo Padre nos invite a través de su mensaje anual a conocer mejor y a comprender las aspiraciones y temores de los desplazados internos»

Así lo dio a conocer la Dr. Amaya Valcárcel, coordinadora internacional de Incidencia Pública del JRS Internacional, en su intervención durante la conferencia de prensa en la que se dio a conocer el mensaje del Papa Francisco sobre la 106 Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado. Ella hizo una especial mención a la situación de desplazamiento interno de nuestro país, refiriéndose al trabajo que desde el JRS Colombia se viene desarrollando para acompañar a esta población tan vulnerable, sobre todo en estos tiempos de crisis por la pandemia del COVID-19:

«En el interior de Venezuela es difícil saber cuántos desplazados internos hay debido a la falta de información. El país experimenta una crisis social, política y económica desde 2014, que ha causado la salida de casi el 15 por ciento de su población resultando el mayor éxodo de la historia reciente de América Latina: más de 4.9 millones de personas a marzo de 2020. Allá trabajamos en red con la iglesia local apoyando el acceso de los desplazados internos a alimentos, vivienda y ayudas para que niñas y niños permanezcan en la escuela a pesar del acceso limitado a los productos básicos. También estamos ayudando a los venezolanos en los países vecinos, incluido Colombia.

Allí, el largo conflicto entre el gobierno colombiano y los grupos guerrilleros han dejado más de 5.5 millones de personas desplazadas. Colombia asimila también la presencia de 1.8 millones de venezolanos que han huido de la situación en su país. Comenzamos a trabajar en Colombia en 1995, ofreciendo servicios a los IDP, y hoy muchos son ya desplazados crónicos intra-urbanos pues han vivido dos, tres y hasta cuatro desplazamientos debido a la presencia de actores armados y bandas criminales en las ciudades. Realizamos una estrategia que combina la promoción de la integración política y económica, el empoderamiento social y la reconciliación, todo ello con vistas a promover soluciones duraderas.

El Covid-19 afecta de forma desproporcionada a los desplazados internos pues se refleja en la pérdida de ingresos, restricciones de movimiento, acceso reducido a mercados y tierras y el aumento general del coste de vida».