Informe #8

A causa de la reactivación económica, un nuevo flujo de migrantes camina por Colombia. Esto encontramos sobre los grupos de caminantes en Norte de Santander.

La reactivación económica moviliza el regreso de la población migrante forzada venezolana a Colombia y a los países de la región.

Debido a las medidas de confinamiento tomadas por el Gobierno Nacional para frenar la propagación del COVID-19, una gran cantidad de población migrante forzada venezolana se vio obligada a regresar nuevamente a su país. Ahora, con el levantamiento de estas medidas, y a pesar del cierre de fronteras terrestres programado hasta el 30 de noviembre, se ha reactivado el flujo migratorio hacia Colombia. ¿A qué se debe esto y cuáles son sus características?

Norte De Santander, 30 de noviembre de 2020 (@ColombiaJRS). Con ocasión de la emergencia sanitaria del COVID-19 y las medidas tomadas por el Gobierno Nacional para frenar la propagación del virus, la población migrante forzada venezolana se vio fuertemente afectada, pues su derecho al mínimo vital fue considerablemente atropellado, al punto que muchos se vieron obligados a regresar nuevamente a su país mientras las medias de cuarentena nacional eran levantadas.

Si bien dentro de estas medidas excepcionales está el cierre de las fronteras terrestres con todos los estados limítrofes hasta el 30 de noviembre, con el levantamiento de la medida de cuarentena nacional, y la reactivación económica, el flujo migratorio venezolano hacia Colombia y demás países de la región – utilizando pasos irregulares – se ha reactivado, pues en palabras de la misma población “la crisis cada día es más fuerte”

Ante tal situación, el Servicio Jesuita a Refugiados Colombia – JRS/COL –, a través de su equipo territorial en Norte de Santander, desarrolló en el mes de octubre, una jornada de acompañamiento a caminantes en los siguientes trayectos: 1. Cúcuta-Pamplona – Páramo de Berlín (Sector La Laguna). 2. Pamplona- Bucaramanga (Ruta 55) hasta el Km 7.

En los recorridos se pudo evidenciar, que persisten las motivaciones de vida como argumento principal para recorrer nuevamente las carreteras del país, así como la necesidad de acceder a bienes y servicios básicos. Cabe anotar que las situaciones en su país son de tal magnitud, que incluso llegan a Colombia en precarias condiciones humanitarias. Una muestra de ello son las familias que durante el recorrido van con menores de edad sin la ropa adecuada para afrontar el camino, en especial los sectores más fríos, con pocos alimentos y con complicaciones de salud producto de desarrollar sus actividades de limpieza, de alimentación e hidratación en condiciones insolubles.

 

1. ¿QUIÉNES SON?

Si bien partimos del principio de que más que cifras son seres humanos con necesidad de protección internacional que buscan rehacer sus proyectos de vida y apoyar a sus familias, es preciso señalar cuánta población está ingresando a nuestro país, pues esto permite dimensionar el flujo migratorio e identificar perfiles, así como las principales necesidades humanitarias y de protección.

En conversaciones con el equipo de la OIM, que se encuentra ubicado en la entrada de la ciudad de Pamplona (segunda ciudad más importante en la ruta Cúcuta – Bucaramanga), y quienes llevan a cabo ejercicios de caracterización y tamizaje en articulación con la Cruz Roja y el Programa Mundial de Alimentos, se pudo identificar que diariamente por este punto de la ciudad ingresan en promedio 250 personas.

 

 

Respecto del perfil poblacional y etario, monitoreado a través del acompañamiento en asistencia humanitaria que desarrolló el equipo territorial del JRS COL, el flujo migratorio está liderado principalmente por hombres en edad productiva que migran en búsqueda de trabajo. Algunos emprenden salida con una expectativa de empleo informada a travésde una familiar o un conocido, otros van aventurando y no tienen claro el panorama que les espera en su lugar de destino.

Así mismo, se observó un número importante de niños, niñas, adolescentes y jóvenes – NNAJ – entre los 2 años y los 17 años. Especialmente se encontraron adolescentes no acompañados.

 

 

De igual forma, y a partir de las conversaciones con la población, fueron recurrentes dos aspectos:

  1. Los casos de personas que están retornando a la ciudad de acogida de la que salieron una vez se implementaron las medidas restrictivas para la mitigación de la pandemia. Algunos de ellos señalan que se encontraban en Venezuela, bien sea por causa de la pandemia o porque habían decidido pasar las fiestas decembrinas en su país, cuando los tomó la pandemia y posteriormente el confinamiento nacional.
  2. Se evidenció un número significativo de personas que migraban por primera vez y que habían decidido acompañar a quienes ya habían vivido en territorio colombiano o que se dirigían a algún país de la región.

Además de lo anterior, fue recurrente escuchar en lo narrado por los caminantes que muchos de ellos cuentan con redes de apoyo en sus lugares de destino, algunos, como se mencionaba anteriormente, con alguna expectativa de trabajo, y otros, como opción de reunificación familiar. Esto explica por qué se detectaron grupos de caminantes de núcleos familiares enteros (Foto 1).

 

 

2. ¿DE DONDE VIENEN?

A partir del diálogo con la población, se identificó que la mayoría provienen de estados que se encuentran ubicados en el centro y oriente de Venezuela, es decir, de zonas en donde la crisis multidimensional que actualmente atraviesa el vecino país se vive con mayor intensidad, pues sus habitantes tienen menos posibilidades de acceder a servicios como: salud, alimentación, divisas u oportunidades de trabajo. Una situación distinta a la que se vive en los estados limítrofes con Colombia y/o Brasil, donde la cercanía internacional genera dinámicas socioeconómicas que brindan una mayor posibilidad para el sustento diario de la población.

 

 

A la luz de estas diferencias entre zonas, es vital mencionar que, desde hace aproximadamente un año, se ha venido presentando en esta misma región (centro y oriente venezolano) un fenómeno nuevo: el desplazamiento interno. Este desplazamiento se ha caracterizado por que la población se ha visto movida a desplazarse hasta las comunidades limítrofes con Colombia y Brasil en búsqueda de nuevas oportunidades y mejorar así sus medios de vida. Como consecuencia, se han ido fraguando conflictos sociales en las zonas de acogida ya que, aunque son connacionales, las diferencias culturales de cada región han llevado a situaciones de rechazo y confrontación.

Finalmente, dada la situación de pandemia que ha limitado la movilidad en algunos Estados de Venezuela, resulta prioritario mencionar que el tránsito desde estados como el Distrito Capital (Caracas) se ha tenido que hacer, también, por caminos por los cuales puedan evitar los controles sanitarios de las autoridades, destacando el caso de algunos grupos que expresaron haber salido de Caracas por áreas rurales.  Cabe señalar que Caracas se encuentra en un modelo de cuarentenas escalonadas denominado 7+7, en el que siete días existen medidas estrictas y los siete días posteriores se flexibilizan y se dan ciertas concesiones en términos de movilidad. En algunos casos las personas provenientes de Caracas expresaron aprovechar los sietes días de flexibilización de la cuarentena para salir de la ciudad sin tener que hacer uso de caminos rurales que alargan el tiempo de viaje.

 

3. ¿QUÉ LOS MOTIVO A MIGRAR NUEVAMENTE?

Al indagar sobre las razones que los han motivado a salir de su país, las situaciones identificadas tenían en común las dificultades que representa el limitado poder adquisitivo en su país de origen, pues la moneda local, y en ese sentido el salario mínimo, no es suficiente ni genera garantía para el acceso a bienes y servicios necesarios para el desarrollo de vida. Además, existen dificultades consecuencia de servicios públicos deficientes y una hiperinflación que genera costos de vida elevados, lo que genera incluso imposibilidad para suplir necesidades básicas como el acceso a alimentos (en ocasiones también debido a la escasez). Así mismo, manifiestan las siguientes:

  • No acceso a medicamentos y servicios de salud que garantice el tratamiento de enfermedades crónicas o graves.
  • Violaciones de derechos.
  • Persecución política.
  • Inseguridad

Por otro lado, también se conoció que hay incertidumbre por lo que pueda suceder en las próximas elecciones parlamentarias en Venezuela, las cuales se llevarán a cabo el 6 de diciembre. Existe el temor de que los resultados alteren el orden público, de hecho, un grupo de personas manifestaban que “el gobierno no nos permite salir del país para tener votación en las elecciones de diciembre”, por lo que podría inferirse que el cierre de frontera, además de ser una medida del gobierno venezolano frente al COVID-19, puede verse permeado por intereses políticos de cara a las elecciones.

 

4. ¿CÓMO HA SIDO EL RECORRIDO?

Las personas con las que el equipo del JRS/COL pudo establecer comunicación indicaron que se encontraban caminando durante periodos que oscilan entre los 4 y 15 días desde que salieron de Venezuela. Una vez se dispusieron a pasar la frontera, los caminantes se han tenido que enfrentar a diversos inconvenientes, principalmente el cobro por el paso en las rutas irregulares por parte de la Guardia Nacional Venezolana o grupos armados al margen de la ley (GAO). Dependiendo del actor armado y del sector, el cobro podría darse en dólares o pesos colombianos.

En pesos colombianos, el cobro promedio oscila entre los $25.000 y $ 35.000. En algunos casos esa suma puede variar e incrementarse. Así mismo, se conoció el caso de una persona que debió pagar US$75.00 al interior de Venezuela, para pasar de un estado a estado a otro.

De manera complementaria, se sufren riesgos asociados a ser víctimas de hurtos o violencias por parte de estos actores armados, en especial cuando no se cuenta con dinero para pagar por el paso. Igualmente, se han presentado denuncias de violencias basadas en género (VBG). Dentro de los puntos de entrada más recurrentes al país señalan:

 

 

Una vez las familias se encuentran en territorio colombiano, las vías del departamento de Norte de Santander se convierten en la senda sobre la cual empieza la travesía para llegar al interior del país, travesía que los expone a diversos retos en términos de topografía y climatología.

En Colombia, la ruta inicia en Cúcuta, la cual se encuentra a 320 metros sobre el nivel del mar – msnm–. De allí en adelante madres gestantes, lactantes, niños, niñas, adolescente y jóvenes – NNAJ -, menores no acompañados, personas en condición de discapacidad y entre otros, se enfrentan a diversos pisos térmicos, alcanzando en algunos puntos de la vía altitudes de más de 4000 msnm, superando el Páramo de Berlín (punto estratégico para llegar a Bucaramanga, en el departamento de Santander) el cual se encuentra a 3300 msnm. A esta variación del clima, aunado a la poca preparación en la vestimenta para enfrentar las bajas temperaturas que caracterizan el tramo antes descrito, se suma una carretera con alto desnivel, riesgos de accidentalidad y una dificultad agudizada por las obras que se encuentran desarrollando en la vía, generando agotamiento, miedo, desesperanza, entre otras. Para algunos se adiciona la debilidad que les generan enfermedades de tipo gastrointestinal, asociadas al consumo de agua o alimentos en mal estado.

Justamente ese tramo (Páramo Berlín – Bucaramanga) es de alta exigencia física y emocional y es el punto donde se detectó el mayor vació de protección para esta población, pues, con motivo de las medidas para frenar al COVID-19, muchos de los albergues existentes se encuentran cerrados, por los que las familias han tenido que dormir en las calles de Pamplona y en las orillas de la vía en sectores como La Laguna (foto 2).

Esta situación adversa se ha tratado de mitigar por medio de la asistencia humanitaria que brindan los administradores u organizaciones que contaban con albergues en la zona, así como a través de la respuesta humanitaria brindada por la institucionalidad local de Pamplona, de la mano de representantes del GIFMM local en Norte de Santander. Es menester mencionar que el último albergue disponible antes de Pamplona se encuentra en el municipio de Bochalema, lo que para los caminantes significa todo un día de recorrido entre ambos puntos.

A pesar de las adversidades, gran parte de los entrevistados destacaron que han recibido una asistencia humanitaria amplia por parte de diversas organizaciones. No obstante, esta asistencia se ha brindado primordialmente al pasar la frontera, es decir en inmediaciones a Cúcuta, por lo que se identifica un vacío de protección importante en el recorrido que se debe hacer desde los estados interiores de Venezuela hacía los pasos fronterizos, un camino largo que implica días de caminata.

 

5. ¿HACIA DÓNDE SE DIRIGEN?

Como destinos recurrentes el equipo territorial del JRS COL logró identificar lo siguiente:

 

 

Las razones para escoger estos destinos son variadas, pero casi siempre se debe a motivos familiares ya que muchas de estas personas regresan a destinos donde ya habían tenido residencia antes de retornar a Venezuela. Fue posible identificar algunos casos concretos en donde las personas ya contaban con trabajos en sectores como la construcción, agricultura, comercio y preparación de alimentos.

Al indagar sobre el cómo llegarían hasta sus redes de apoyo, muchos de ellos mencionaron que al llegar a su ciudad de destino procederían a llamar a su familiar/amigo para ser recogido en algún punto de la ciudad.

 

6. VACÍOS DE PROTECCIÓN IDENTIFICADOS

6.1 Documentación.

Referente a la documentación, y partiendo del principio de que la misma, es la puerta de entrada a la regularización en el país, se halló que la mayoría cuenta con la cédula de identidad venezolana como único documento. Hay algunos casos en los que se hace evidente que viajan sin documentación, alegando perdida de la misma.

Esta situación de perdida de documentación se ha solucionado (en Pamplona) por medio de una constancia de denuncia de perdida de documento tramitada en la página de la policía de Colombia. Esta en una situación compleja, pues en Venezuela actualmente el trámite de renovación de documentación es dispendiosa y costosa, afectando considerablemente el acceso a derechos de población, pues en el país de recepción (Colombia, Perú y Ecuador) esta documentación es la puerta de entrada al acceso a derechos fundamentales y a regularización. Como ejemplo de esto, se presenciaron casos en donde algunas personas no habían recibido asistencia humanitaria por no contar con documento alguno.

6.2 Menores de edad en cuidado de terceros.

Este punto merece un apartado particular, pues no todos los grupos abordados eran núcleos familiares completos. Fue posible identificar grupos conformados por padres de familia que, en busca de un mejor futuro para sus hijos, deciden migrar dejando a sus hijos e hijas en manos de terceros. Este es un punto neurálgico, debido a que los riesgos asociados a menores de edad en cuidado de terceros pueden decantar en vulneraciones constantes y masivas de los derechos de los niños, niñas, adolescentes y Jóvenes.

6.3 Reclutamiento forzado.

El equipo territorial del JRS COL, a través de monitoreo de medios, ha podido identificar que se están presentando prácticas en la que grupos armados o bandas criminales se encuentra reclutando a jóvenes de nacionalidad venezolana, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran. Así pues, el equipo del JRS COL advirtió a varios jóvenes sobre el riesgo que implican situaciones en las que personas desconocidas les ofrecen trabajos sin darles mucha información de la labor a desempeñar.

Esto es fundamental, no solo en el marco de la prevención al reclutamiento forzado, sino también en la prevención de situaciones que aumenten las expresiones de xenofobia en la que se relaciona al migrante con actividades ilícitas o de delincuencia común.

 

 

Producto del diálogo con actores institucionales y con organizaciones internacionales en la ciudad de Pamplona, se pudo identificar:

  1. A partir de la apertura comercial que se ha generado en Colombia, luego del levantamiento de la cuarentena, se ha disparado el flujo migratorio hacia el país. Según cifras expuestas por diferentes instituciones, a diario están ingresando de manera irregular por los pasos informales en Norte de Santander alrededor de 600 personas. Esto pese a que como medida de prevención el Gobierno Nacional militarizó los pasos informales para controlar dicho flujo.Durante los días de monitoreo se analizó que en el punto de atención de la OIM se estaban atendiendo alrededor de 250 personas diarias (cifras que se han discriminado anteriormente), sin embargo, el día 17 de octubre disminuyó este flujo de manera considerable y sin encontrar una justificación contundente. Se hace el llamado a las autoridades a generar medidas de prevención y monitoreo sobre el flujo de los migrantes, pues se podrían estar presentando casos en los que su vida, libertad e integridad estén viéndose vulnerados.
  2. La presencia en la zona de personas llamadas “coyotes”, quienes se dedican a la movilización irregular de migrantes, y que están conectados con redes de trata y tráfico y con grupos armados, deja ver la complejidad de los vacíos de protección. Se estima que estas estructuras ilegales funcionan desde Venezuela y están interconectadas con otros países, incluyendo Colombia.
  3. La migración masiva que se está presentando de manera irregular aumenta los riesgos de contagio de COVID-19, pues no existen controles sanitarios y la mayoría transitan con implementos de bioseguridad deteriorados o, en el peor de los casos, sin ningún implemento. Esto prende las alertas sanitarias ya que en ciudades como Pamplona el hospital local responde ante las necesidades locales, pero quedaría corto al tener que atender a más población.
  4. La administración municipal de Pamplona, en cabeza del señor alcalde Humberto Pisciotti, manifestó su preocupación sobre la demandante responsabilidad que ha tenido que asumir su administración para hacer frente a las situaciones de emergencia que se han presentado. Señaló que el 50% de su administración ha sido para responder a la emergencia sanitaria, el 40% a la migración venezolana y solo el 10% ha logrado avanzar en materia de gestión pública. Además, destacó los pocos recursos en asistencia humanitaria dispuestos en su presupuesto para cubrir eventos como asistencia funeraria para los migrantes, apoyo de transporte para casos de extrema vulnerabilidad, alimentación y alojamiento temporal para las personas en tránsito.
  5. Existe una fuerte discriminación y xenofobia a nivel local por la presencia de migrantes en el municipio de Pamplona. La comunidad está resistente, especialmente porque en los últimos días se han presentado casos de hurtos asociados a población venezolana. También rechazan las aglomeraciones en la vía consecuencia de que los albergues donde podrían pasar la noche se encuentran cerrados a raíz de la pandemia.Esta situación de rechazo desvaneció la posibilidad de establecer un Centro de Atención Sanitario el cual brindaría asistencia humanitaria en alimentación, alojamiento temporal, salud e higiene para la población migrante forzada venezolana en tránsito por la ciudad.