Política de Salvaguarda Infantil

A través de su trabajo en todo el mundo, el personal del JRS se involucra directa e indirectamente con los niños, a través de su protección directa, educación y apoyo psicosocial.

El personal del JRS reconoce que todos los niños, niñas y adolescentes independientemente de su nacionalidad, religión, raza, cultura, condición social, sexo, género, idioma o (dis)capacidad, deben ser protegidos contra toda forma de violencia. El JRS reconoce que en diversas situaciones humanitarias en las que se producen desplazamientos forzados, todas las personas afectadas (especialmente los niños, niñas y adolescentes) pueden llegar a ser víctimas de abusos y explotación por parte del personal afiliado a las agencias humanitarias encargadas de ayudarlas.

Los entornos humanitarios a menudo crean relaciones de poder desiguales entre los beneficiarios y los trabajadores humanitarios, lo cual posibilita escenarios para la explotación y el abuso de poder, por lo que se requiere tomar medidas para evitar que esto ocurra. La presente política se aplicará sobre la base de un vasto corpus de normas internacionales de derechos humanos, de derecho
internacional humanitario y de refugiados, así como de conformidad con las leyes nacionales del país de operación.

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