Sonia Guzmán, rompiendo la diferencia a través de la empatía

27 julio 2024

Hace más de 20 años vivió una de las situaciones más complejas de su vida, al ser desplazada de su tierra natal debido al conflicto causado por grupos al margen de la ley. Así que se vio en la obligación de dejar su vida en el campo para iniciar una nueva en la ciudad de Pasto. Aunque el proceso de integración fue complejo al inicio, poco a poco se fue adaptando a ese desconocido ambiente citadino en donde actualmente desarrolla un nuevo proyecto de vida.

Estando en Pasto, al participar en una asociación de mujeres, Sonia conoce el Servicio Jesuita a Refugiados Colombia, con quienes inició un proceso para la defensa y fortalecimiento de los derechos humanos, participando en escenarios importantes, como un intercambio de experiencias con el JRS – Ecuador en el año 2015.

Tiempo después, se enteró de un nuevo proyecto de integración social entre población migrante proveniente de Venezuela y población víctima del conflicto armado. Sonia, además de participar en dicho espacio, decidió invitar a otras personas, motivada por experiencias pasadas con el JRS Nariño. Desde entonces hace parte de este proceso ya que, según ella, busca obtener las herramientas necesarias para combatir las injusticias y seguir defendiendo los derechos humanos de otras personas.

En el transcurso de este proceso, Sonia ha interactuado y compartido con población migrante, proveniente de Venezuela. “Me gusta escucharlos, guiarlos, darles una buena información. En mi torre me he caracterizado por el liderazgo y por la confianza para brindarles la información de lo poco que sé”.

Los lazos que Sonia ha forjado con esta población, le han traído muchos aprendizajes y reflexiones entorno a la empatía y solidaridad. “He interactuado con pocas personas migrantes venezolanas, pero ha sido suficiente para darme cuenta que son excelentes personas y cuando he podido, las he guiado respecto a trabajo y otras cosas”. Además, Sonia asegura sentir una fuerte identificación con la situación que viven muchos de los migrantes puesto que “Es duro salir de su país, de su pueblo, de su vereda a otro lado sin conocer, yo los entiendo y por eso me relaciono mucho con ellos, porque mi situación fue parecida”.

Sonia nos invita a “darse la oportunidad de interactuar para conocer, porque muchas veces juzgamos, sin ni siquiera intercambiar palabras; las cosas pueden ser muy diferentes a lo que imaginamos, hay que darles la oportunidad. Muchas veces los señalamos y decimos que son malas personas, pero no es así”,  dejando una clara enseñanza de empatía, en donde escuchar al otro es fundamental para poder construir una comunidad hospitalaria y de bienestar.

Debido a su carisma y su incansable sonrisa, la señora Sonia Guzmán fue reconocida, desde el inicio, como una líder dentro la comunidad, generando buenos lazos de amistad y siendo acogida por todos, sobresaliendo siempre en el proceso que el JRS se encuentra desarrollando.

Es duro salir de su país, de su pueblo, de su vereda a otro lado sin conocer, yo los entiendo y por eso me relaciono mucho con ellos, porque mi situación fue parecida
Sonia Guzmán, líder comunitaria de la ciudad de Pasto